miércoles, 29 de agosto de 2012

La fuente de las mujeres

Un día un francés me hizo una pregunta. Dijo "¿cuál fue la época de tu vida en la que fuiste más feliz?". Yo dije: "Hasta que cumplí los 14 años." Todas sabéis por qué dije eso. Simplemente porque a los 14 años me casaron con un hombre. Conocí a mi marido la noche de bodas, porque nunca antes le había visto. Y como os pasó a vosotras, sólo le vi el rostro por la mañana, al abrir la ventana. Porque no le vi por la noche cuando él me violó en la oscuridad. Así que, ¿cuando podría haber sido yo feliz después de haber cumplido los 14? ¿Cuándo? – Carabina

IMÁN: Las mujeres están obligadas a ser obedientes con sus esposos, puesto que el cielo las ha puesto bajo su custodia. Los maridos que sufran la desobediencia de sus esposas, pueden castigarlas, dejarlas solas en sus lechos y hasta golpearlas.
LEILA: Pero imán, el profeta quería que hombres y mujeres fueran iguales, no que hubiera hombres superiores dando órdenes y decidiendo, y mujeres inferiores obedeciendo y procreando. Igualdad no es golpear a las mujeres. Sí, imán, sé leer. Y no sólo el Corán. Y también sé pensar, y eso es algo que en la aldea molesta a muchos hombres. ¿Por qué no se nos puede permitir leer, escribir y pensar? Volveré al Corán: Alá ensalzará a los que crean y también ensalzará a los que se les haya otorgado el conocimiento.






CARABINA: Soy tu madre, ¿por qué he de llevar velo?
HIJO: Porque eres mujer.
CARABINA: La misma que te parió a ti y a tu barba. ¿Por qué he de cubrirme? ¿Por qué he de esconderme? ¿Tengo que taparme porque soy un objeto satánico y lujurioso? Pues si tu padre no hubiera sentido deseo por mí, tú no estarías aquí. Antes se usaba el velo para distinguir a las mujeres respetables de las mujeres que eran esclavas. Una mujer que no llevara velo era considerada una esclava, era considerada una simple posesión. Pero hoy en día ya no hay esclavas, hoy en día las mujeres somos libres. No somos de nadie, ni somos una posesión. Si los hombres desean a las mujeres, es porque ésa es la voluntad de Alá. Pero nunca debéis hacernos esclavas ni debéis taparnos con la intención de reprimir vuestro deseo, ¡cerrad vosotros los ojos! Si queréis reprimir ese deseo y vuestros impulsos satánicos tapad vuestros ojos en vez de nuestras caras.

A veces aquello que es especialmente diminuto resulta ser más majestuoso que aquello que lo empequeñece.


No sé hacia adónde iré, ni la vida que viviré, pero seguro que seré libre, y seguro que encontraré el amor. - Esmeralda



 

La fuente de las mujeres, de Radu Mihaileanu

Nader y Simin, una separación


Comentarios de Marta Mora en "el séptimo":

Ella puede mentir delante de un juez, pero no puede jurar sobre el Corán.

La falta de libertad parece incompatible con la ética, están entre la ley de los hombres y la ley divina, y aún así, en ese caos, son las mujeres, niñas y madres, las que tratan de encontrar soluciones.



Nader y Simin, una separación, de Asghar Farhadi

domingo, 26 de agosto de 2012

Tótem y tabú

La tendencia a este enamoramiento de suegra a yerno es harto frecuente y puede manifestarse tanto positivamente como en una forma negativa. Sucede, en efecto, muchas veces, que la sujeto dirige hacia su yerno los componentes hostiles y sádicos de la excitación erótica, con objeto de reprimir más seguramente los elementos contrarios, prohibidos.
 
Los tabúes son una serie de limitaciones a las que se someten los pueblos primitivos, ignorando sus razones, y sin preocuparse siquiera de investigarlas, pero considerándolas como cosa natural, y perfectamente convencidos de que su violación les atraería los peores castigos.
 
Si entendemos por tabú toda prohibición impuesta por el uso y la costumbre o expresamente formulada en leyes, de tocar a un objeto, aprovecharse de él, o servirse de ciertas palabras prohibidas, habremos de reconocer que no existe un solo pueblo ni una sola fase de la civilización en los que no se haya dado una tal circunstancia.
 
    Las fuentes verdaderas del tabú deben ser buscadas más profundamente que en los intereses de las clases más privilegiadas; nacen en el lugar de origen de los instintos más primitivos, y, a la vez, más duraderos del hombre, esto es, en el temor a la acción de fuerzas demoníacas. No siendo, originariamente, sino una objetivización del temor al poder demoníaco que se suponía oculto en el objeto tabú, prohíbe el tabú irritar a dicha potencia y ordena apaciguar la cólera del demonio y evitar su venganza siempre que se ha llevado a cabo una violación, intencionada o no.
    Poco a poco, va constituyéndose el tabú en un poder independiente, desligado del demonismo, hasta que llega a convertirse en una prohibición impuesta por la tradición y la costumbre, y en último término, por la ley. Pero el mandamiento tácito disimulado detrás de las prohibiciones tabú, las cuales varían con las circunstancias de lugar y tiempo, es originariamente el que sigue: Guárdate de la cólera de los demonios. - Wundt

Los demonios no son, como tampoco los dioses, sino creaciones de las fuerzas psíquicas del hombre. Tanto unos como otros han surgido de algo anterior a ellos.
 
El tabú hace resaltar un carácter que permanece común a lo sagrado y a lo impuro a través de todos los tiempos: el temor a su contacto.
 
La prohibición debe su energía, su carácter obsesivo, precisamente a sus relaciones con su contrapartida inconsciente, el deseo oculto insatisfecho, o sea, a una necesidad interior ignorada por la conciencia.
 
Temen los tabúes precisamente porque los desean, y el temor es más fuerte que el deseo.
 
El tabú es una prohibición muy antigua, impuesta desde el exterior por una autoridad y dirigida contra los deseos más intensos del hombre. La tendencia a transgredirla persiste en lo inconsciente. Los hombres que obedecen al tabú observan una actitud ambivalente con respecto a aquello que es el tabú. La fuerza mágica atribuida al tabú se reduce a su poder de inducir al hombre en tentación; se comporta como un contagio porque el ejemplo es siempre contagioso y porque el deseo prohibido se desplaza en lo inconsciente sobre otros objetos. La expiación de la violación de un tabú, por un renunciamiento, prueba que es un renunciamiento lo que constituye la base del tabú.  
 
Los neuróticos obsesivos no se libran de una opresión interior sino cambiándola por una coerción de origen externo.
 
Cuando ha tenido efecto una represión de deseos, queda transformada en angustia la libido de los mismos.
 
Siempre que existe una prohibición ha debido de ser motivada por un deseo.
 
Los motivos que impulsan al ejercicio de la magia, resultan fácilmente reconocibles: no son otra cosa que los deseos humanos. Habremos únicamente, de admitir, que el hombre primitivo tiene una desmesurada confianza en el poder de sus deseos.
 
La imagen refleja del mundo interior se superpone, en la época animista, a la imagen que actualmente nos formamos del mundo exterior y la oculta a los ojos del sujeto.
 
Si aceptamos la evolución antes descrita de las concepciones humanas del mundo, según la cual la fase animista fue sustituida por la religiosa, y ésta, a su vez, por la científica, nos será también fácil seguir la evolución de la «omnipotencia de las ideas» a través de estas fases. En la fase animista se atribuye el hombre a sí mismo la omnipotencia: en la religiosa, la cede a los dioses, sin renunciar de todos modos seriamente a ella, pues se reserva el poder de influir sobre los dioses, de manera a hacerlos actuar conforme a sus deseos. En la concepción científica del mundo no existe ya lugar para la omnipotencia del hombre, el cual ha reconocido su pequeñez y se ha resignado a la muerte y sometido a todas las demás necesidades naturales. En nuestra confianza en el poder de la inteligencia humana, que cuenta ya con las leyes de la realidad, hallamos todavía huellas de la antigua fe en la omnipotencia.
 
Como siempre sucede, muestran los autores un mayor acierto en las críticas de que se hacen objeto unos a otros, que en la parte positiva de sus trabajos.
 
No acertamos a ver por qué un instinto humano profundamente arraigado habría de necesitar ser reforzado por una ley. No hay ley para ordenar al hombre que coma y beba o para prohibirle introducir sus manos en el fuego. Los hombres comen, beben y mantienen sus manos lejos del fuego instintivamente, por temor a los castigos naturales y no legales que se atraerían conduciéndose en contra de su instinto. La ley no prohíbe sino aquello que los hombres serían capaces de realizar bajo el impulso de algunos de sus instintos. Lo que la Naturaleza misma prohíbe y castiga no tiene necesidad de ser prohibido y castigado por la ley. Asimismo podemos admitir sin vacilación que los crímenes prohibidos por una ley son crímenes que muchos hombres realizarían fácilmente por inclinación natural. Si las malas inclinaciones no existieran, no habría crímenes, y si no hubiera crímenes, no habría tampoco necesidad de prohibirlos. De este modo, resulta que en lugar de deducir de la prohibición legal del incesto la existencia de una aversión natural hacia el mismo, deberíamos más bien deducir la de un instinto natural que impulsara al incesto, admitiendo asimismo que si la ley reprueba este instinto, como tantos otros instintos naturales, es porque los hombres civilizados se han dado cuenta de que su satisfacción habría de ser perjudicial desde el punto de vista social. – Frazer
 
Si el animal totémico es el padre, resultará, en efecto, que los dos mandamientos capitales del totemismo, esto es, las dos prescripciones tabú que constituyen su nódulo, o sea, la prohibición de matar al tótem y la de realizar el coito con una mujer perteneciente al mismo tótem, coincidirán en contenido con los dos crímenes de Edipo, que mató a su padre y se casó con su madre, y con los dos deseos primitivos del niño, cuyo renacimiento o insuficiente represión forman, quizá, el nódulo de todas las neurosis.
 
El individuo concibe a Dios a imagen y semejanza de su padre carnal, su actitud personal respecto a Dios depende de la que abriga con relación a dicha persona terrenal y que, en el fondo, no es Dios sino una sublimación del padre.
 
Nos aconseja la psicoanálisis que creamos a los fieles que nos hablan de Dios como de un padre celestial, lo mismo que en épocas remotas hablaron del tótem como de un antepasado.


Tótem y tabú, de Sigmund Freud

Raíces

Raíces, la Fuga

Gripado corazón
Me quedó el escombro de tu olor.
Se le olvidó a la primavera destapar al Sol.
Los días que van pasando son pozos en que caigo.
Tantas noches sin tu abrigo, sobredosis de castigo, aguaceros en mi pecho que golpean a cuchillo.
Cura los latidos de este corazón.
Siento el vacío de tu piel al despertar.
Nadando en mi edredón duele el silencio, silencio duro del olvido.

De pasajeros
Recuerdos que desgarrarán mi interior, son el latido del tormento.
Descosí mi corazón.
Sueños que perdieron la razón viviendo casi siempre de pasajeros…
Lágrimas desbocadas barrerán el temor, ciudadano del olvido.
Caminé por la tarde del ayer, sin piedad desgasté cada momento.

Ganas
Llueve llanto en esta habitación.
Arrastrando toda mi pasión desescombro el eco de mi voz.
Desgasté las horas del reloj naufragando en tu corazón.
En busca y captura está tu amor.

Sola
Fría, como un hielo entre las manos, pasas delante de mi casa, sin dedicar una mirada a las paredes que esconden tus recuerdos. Recuerdos que algún día, quizá en la lejanía, den de beber a tu alma sedienta de tantas alegrías.
Te busco en todas las miradas que apuntan al cielo al caer la madrugada.
Ya no es tan fácil colgarme de tus sueños, borrar todas las nubes que apagan tus días, pintar en tu cielo un Sol por las mañanas…

Cicatrices
Sin espejos para no mirar atrás…
Voy al rastro a por un corazón que no duela cuando tú no estás al lado.
Voy dejando que me lleve el mar, tú eres viento en mis velas, si no quieres verme naufragar, sopla fuerte, llévame a tu vera.

A veces
Mañana inventaré otra piel para olvidarte.
Aunque no seas nadie y a veces dude de si fue verdad, no te he olvidado como para perdonarte.

Espinas de cristal
Ya no siento más dolor, la piel que se endureció tras espinas de cristal…

Opciones

Entre sus ojos, gotas de dolor.
Rendirse no es ninguna opción que quede dentro de este corazón.


jueves, 16 de agosto de 2012

Jane Eyre

La vida es demasiado corta para perder el tiempo albergando rencor. - Helen

SAINT JOHN: ¿Qué hará usted con sus refinados talentos?
JANE: Guardarlos para otra ocasión. No se perderán.

Ojalá las mujeres tuvieran acción en su vida, como los hombres. Me duele en el alma que el horizonte que hay ahí sea siempre nuestro límite. - Jane

Tiene la mirada de un ser de otro mundo. - Rochester


Yo soy un ave tan común como las demás, con mi común pasado triste. - Jane


Tengo el placer de deberle la vida. - Rochester

Sabía que usted me aportaría algo bueno, lo vi en sus ojos al mirarla por primera vez, su expresión no caló en lo más hondo de mi ser en vano. - Rochester

La hubiera querido si me hubiera dejado. - Jane

ROCHESTER: Tengo una sensación rara con usted, como si tuviera una cuerda bajo las costillas izquierdas, anudada a otra cuerda bajo las suyas. Si usted se fuera creo que esa cuerda de comunión se rompería, y luego sé que empezaría a sangrar por dentro. En cambio usted me olvidaría.
JANE: ¿Cómo? He tenido una vida plena aquí, no me han pisoteado, tampoco me han paralizado, no me han excluido de cada atisbo de luz. Le he conocido señor Rochester, y me causa angustia separarme de usted.
ROCHESTER: ¿Y por qué debe irse? Jane, debe quedarse.
JANE: ¿Y no ser nada para usted? ¿Cree que soy una máquina sin sentimientos? ¿Cree usted que porque soy pobre, oscura, simple e insignificante no tengo alma ni corazón? Tengo tanta alma y tanto corazón como usted, y si Dios me hubiera dado belleza y dinero le costaría tanto separarse de mí como a mí de usted.

Mi corazón está mudo. - Jane


Jane Eyre, de Cary Fukunaga

domingo, 12 de agosto de 2012

The heart of everything

 The heart of everything, Within temptation

The howling
Fallen asleep from our vanity might cost us our lives.
(Quedarnos dormidos en nuestra vanidad podría costarnos nuestras vidas.)
From the nightmare we’ve created I want to be awakened somehow.
(De la pesadilla que hemos creado, quiero ser despertada de alguna manera.)
From the hell that we’ve in all we are is falling away.
(Desde el infierno en el que nos encontramos todo lo que somos se está desvaneciendo.)


What have you done
You carry hate that I feel.
(Portas el odio que siento.)

Frozen
I can’t feel my senses, I just feel the cold.
(No puedo palpar mis sentidos, tan sólo siento el frío.)
When memories fade into emptiness only time will tell its tale.
(Cuando los recuerdos se desvanezcan en el vacío sólo el tiempo contará su relato.)

Our solemn hour
Is the heart of stone, no empathy inside?
(¿Es el corazón de piedra carente de empatía en su interior?)
Time keeps on slipping away and we haven’t learned, so, in the end now, what have we gained?
(El tiempo continúa transcurriendo inexorablemente y no hemos aprendido, así que, al final ahora, ¿qué hemos ganado?)
Can we break free from chains of never-ending agony?
(¿Podemos liberarnos de las cadenas de la agonía interminable?)
If we can’t restrain the beast which dwells inside, it will find its way somehow, somewhere, in time.
(Si no podemos dominar la bestia que mora en nuestro interior, encontrará su camino de algún modo, en algún lugar, a tiempo.)

The heart of everything
There will be a time we’ll get back our freedom.
(Habrá un tiempo en que recuperaremos nuestra libertad.)
Stay with me now I’m facing my last solemn hour, very soon I’ll embrace you on the other side.
(Quédate conmigo ahora que estoy afrontando mi última solemne hora, muy pronto te abrazaré en el otro lado.)

Hand of sorrow
So many dreams were broken and so much was sacrifice…
(Tantos sueños fueron destruidos y tanto fue sacrificado...)
Was it worth the ones we loved and had to leave behind?
(¿Valió la pena aquellos a los que amamos y tuvimos que dejar atrás?)
Please forgive me for the sorrow, for leaving you in fear, for the dreams we have to silence, that’s all they’ll ever be.
(Por favor perdóname por el pesar, por abandonarte en el miedo, por los sueños que tuvimos que silenciar, esto es todo lo que podrán ser.)
Still I’ll be the hand that saves you though you’ll not see that it is me.
(Todavía seré la mano que te salve a pesar de que tú no verás que soy yo. )

The cross
I keep wondering why I’m still calling your name through my tears.
(Sigo preguntándome por qué todavía llamo tu nombre a través de mis lágrimas.)
I’m sorry if you can’t stand the naked truth.
(Lo siento si tú no puedes soportar la verdad desnuda.)

Final destination
I feel the hands of fate, they’re suffocating.
(Siento las manos del destino, son asfixiantes.)
I can’t stand the fear inside me, cause it’s leading me astray and it will be my ending.
(No puedo soportar el miedo dentro de mí, pues me está conduciendo hacia la perdición y será mi final.)
I will let my fear fade away.
(Dejaré desvanecerse mi miedo.)

All I need
All my agony fades away when you hold me in your embrace.
(Toda mi agonía se desvanece cuando me tomas en tu abrazo.)
Make my heart a better place.
(Haz de mi corazón un mejor lugar.)
Save me from my fear.
(Sálvame de mi miedo.)

The truth beneath the rose
Give me strength to face the truth and the doubt within my soul.
(Dame fuerzas para afrontar la verdad y la duda dentro de mi alma.)
Is it a sin to seek the truth?
(¿Es un pecado buscar la verdad?)
Pray for me ‘cause I have lost my faith in holy wars.
(Reza por mi pues he perdido mi fe en las guerras santas)
Give me the strength to face the wrong that I have done.
(Dame la fuerza para afrontar el mal que he hecho.)
Will truth set me free?
(¿Me liberará la verdad?)

Forgiven
Love you so it hurts my soul.
(Amarte tanto hiere mi alma.)
I watched the clouds drifting away but still the Sun can’t warm my face.
(Miré las nubes irse a la deriva, pero el Sol todavía no puede calentar mi cara.)
Why did you leave me in silence?
(¿Por qué me abandonaste en el silencio?)


sábado, 11 de agosto de 2012

Persépolis

Había vivido una revolución que me había quitado una parte de mi familia, había sobrevivido a una guerra, y por poco me mata una banal historia de amor. - Marjane


Teníamos tantas ganas de ser felices que acabamos olvidando que no éramos libres. - Marjane


Persépolis, de Vincent Paronnaud y Marjane Satrapi

domingo, 5 de agosto de 2012

Tristán + Isolda

Quiero algo que no puedo tener, mi propia vida. - Isolde

No sé si la vida es más grande que la muerte, pero el amor fue mejor que ambas. - Tristan


Tristán + Isolda, de Kevin Reynolds

Shame


No somos malos, venimos de un mal lugar. - Sissy


Shame, de Steve McQueen

Ningún ideal turba un sueño frío.
Sus relaciones sexuales son la puesta en acto de una masturbación que no se detiene nunca, imposible de saciar. No hay elección de objeto porque es él un puro objeto de goce.

Irene Dominguez, Comentario del blog de la escuela lacaniana de psicoanálisis)