miércoles, 26 de diciembre de 2012

Buscando un beso a medianoche


Karen,
No sé por dónde empezar... Me parece que fue ayer cuando estábamos en Texas. Me han pasado tantas cosas estos últimos tres meses, y todas malas. Los Ángeles ha sido un fiasco. Un día después de que rompiéramos iba conduciendo y mi coche dio una vuelta de campana. Se separaron las bandas de rodamiento del neumático y perdí el control. Te adjunto la foto: fue surrealista.

Me quedé colgado en la 110 en medio de Arizona con todas mis pertenencias esparcidas por la carretera. Tú estabas en el lado opuesto del mundo y mis amigos a 16 horas hacia el Este y me estaba yendo a vivir a un sitio que había detestado toda mi vida: Los Ángeles. Encima llegué sin coche.

El guión que todos creíamos que iba a vender se fue al carajo porque una noche mientras paseaba con mi hermana me robaron el portátil. Alguien pasó por ahí en bici y se llevó mi ordenador. Qué idiota, lo dejé en el cochecito de mi sobrino un par de minutos.

Desde entonces he estado totalmente depre y al borde del suicidio. Seguro que ya habría acabado con todo si la bañera no estuviera tan asquerosa. No sé qué hago aquí en Los Ángeles. Te echo de menos más de lo que me es posible imaginar. Me bastaría con oír tu voz para que desapareciera toda mi ansiedad, ya que sabría que hay alguien por ahí que aún se preocupa de si estoy vivo o muerto.
(Wilson)


Buscando un beso a medianoche, de Alex Holdridge

miércoles, 29 de agosto de 2012

La fuente de las mujeres

Un día un francés me hizo una pregunta. Dijo "¿cuál fue la época de tu vida en la que fuiste más feliz?". Yo dije: "Hasta que cumplí los 14 años." Todas sabéis por qué dije eso. Simplemente porque a los 14 años me casaron con un hombre. Conocí a mi marido la noche de bodas, porque nunca antes le había visto. Y como os pasó a vosotras, sólo le vi el rostro por la mañana, al abrir la ventana. Porque no le vi por la noche cuando él me violó en la oscuridad. Así que, ¿cuando podría haber sido yo feliz después de haber cumplido los 14? ¿Cuándo? – Carabina

IMÁN: Las mujeres están obligadas a ser obedientes con sus esposos, puesto que el cielo las ha puesto bajo su custodia. Los maridos que sufran la desobediencia de sus esposas, pueden castigarlas, dejarlas solas en sus lechos y hasta golpearlas.
LEILA: Pero imán, el profeta quería que hombres y mujeres fueran iguales, no que hubiera hombres superiores dando órdenes y decidiendo, y mujeres inferiores obedeciendo y procreando. Igualdad no es golpear a las mujeres. Sí, imán, sé leer. Y no sólo el Corán. Y también sé pensar, y eso es algo que en la aldea molesta a muchos hombres. ¿Por qué no se nos puede permitir leer, escribir y pensar? Volveré al Corán: Alá ensalzará a los que crean y también ensalzará a los que se les haya otorgado el conocimiento.






CARABINA: Soy tu madre, ¿por qué he de llevar velo?
HIJO: Porque eres mujer.
CARABINA: La misma que te parió a ti y a tu barba. ¿Por qué he de cubrirme? ¿Por qué he de esconderme? ¿Tengo que taparme porque soy un objeto satánico y lujurioso? Pues si tu padre no hubiera sentido deseo por mí, tú no estarías aquí. Antes se usaba el velo para distinguir a las mujeres respetables de las mujeres que eran esclavas. Una mujer que no llevara velo era considerada una esclava, era considerada una simple posesión. Pero hoy en día ya no hay esclavas, hoy en día las mujeres somos libres. No somos de nadie, ni somos una posesión. Si los hombres desean a las mujeres, es porque ésa es la voluntad de Alá. Pero nunca debéis hacernos esclavas ni debéis taparnos con la intención de reprimir vuestro deseo, ¡cerrad vosotros los ojos! Si queréis reprimir ese deseo y vuestros impulsos satánicos tapad vuestros ojos en vez de nuestras caras.

A veces aquello que es especialmente diminuto resulta ser más majestuoso que aquello que lo empequeñece.


No sé hacia adónde iré, ni la vida que viviré, pero seguro que seré libre, y seguro que encontraré el amor. - Esmeralda



 

La fuente de las mujeres, de Radu Mihaileanu

Nader y Simin, una separación


Comentarios de Marta Mora en "el séptimo":

Ella puede mentir delante de un juez, pero no puede jurar sobre el Corán.

La falta de libertad parece incompatible con la ética, están entre la ley de los hombres y la ley divina, y aún así, en ese caos, son las mujeres, niñas y madres, las que tratan de encontrar soluciones.



Nader y Simin, una separación, de Asghar Farhadi

domingo, 26 de agosto de 2012

Tótem y tabú

La tendencia a este enamoramiento de suegra a yerno es harto frecuente y puede manifestarse tanto positivamente como en una forma negativa. Sucede, en efecto, muchas veces, que la sujeto dirige hacia su yerno los componentes hostiles y sádicos de la excitación erótica, con objeto de reprimir más seguramente los elementos contrarios, prohibidos.
 
Los tabúes son una serie de limitaciones a las que se someten los pueblos primitivos, ignorando sus razones, y sin preocuparse siquiera de investigarlas, pero considerándolas como cosa natural, y perfectamente convencidos de que su violación les atraería los peores castigos.
 
Si entendemos por tabú toda prohibición impuesta por el uso y la costumbre o expresamente formulada en leyes, de tocar a un objeto, aprovecharse de él, o servirse de ciertas palabras prohibidas, habremos de reconocer que no existe un solo pueblo ni una sola fase de la civilización en los que no se haya dado una tal circunstancia.
 
    Las fuentes verdaderas del tabú deben ser buscadas más profundamente que en los intereses de las clases más privilegiadas; nacen en el lugar de origen de los instintos más primitivos, y, a la vez, más duraderos del hombre, esto es, en el temor a la acción de fuerzas demoníacas. No siendo, originariamente, sino una objetivización del temor al poder demoníaco que se suponía oculto en el objeto tabú, prohíbe el tabú irritar a dicha potencia y ordena apaciguar la cólera del demonio y evitar su venganza siempre que se ha llevado a cabo una violación, intencionada o no.
    Poco a poco, va constituyéndose el tabú en un poder independiente, desligado del demonismo, hasta que llega a convertirse en una prohibición impuesta por la tradición y la costumbre, y en último término, por la ley. Pero el mandamiento tácito disimulado detrás de las prohibiciones tabú, las cuales varían con las circunstancias de lugar y tiempo, es originariamente el que sigue: Guárdate de la cólera de los demonios. - Wundt

Los demonios no son, como tampoco los dioses, sino creaciones de las fuerzas psíquicas del hombre. Tanto unos como otros han surgido de algo anterior a ellos.
 
El tabú hace resaltar un carácter que permanece común a lo sagrado y a lo impuro a través de todos los tiempos: el temor a su contacto.
 
La prohibición debe su energía, su carácter obsesivo, precisamente a sus relaciones con su contrapartida inconsciente, el deseo oculto insatisfecho, o sea, a una necesidad interior ignorada por la conciencia.
 
Temen los tabúes precisamente porque los desean, y el temor es más fuerte que el deseo.
 
El tabú es una prohibición muy antigua, impuesta desde el exterior por una autoridad y dirigida contra los deseos más intensos del hombre. La tendencia a transgredirla persiste en lo inconsciente. Los hombres que obedecen al tabú observan una actitud ambivalente con respecto a aquello que es el tabú. La fuerza mágica atribuida al tabú se reduce a su poder de inducir al hombre en tentación; se comporta como un contagio porque el ejemplo es siempre contagioso y porque el deseo prohibido se desplaza en lo inconsciente sobre otros objetos. La expiación de la violación de un tabú, por un renunciamiento, prueba que es un renunciamiento lo que constituye la base del tabú.  
 
Los neuróticos obsesivos no se libran de una opresión interior sino cambiándola por una coerción de origen externo.
 
Cuando ha tenido efecto una represión de deseos, queda transformada en angustia la libido de los mismos.
 
Siempre que existe una prohibición ha debido de ser motivada por un deseo.
 
Los motivos que impulsan al ejercicio de la magia, resultan fácilmente reconocibles: no son otra cosa que los deseos humanos. Habremos únicamente, de admitir, que el hombre primitivo tiene una desmesurada confianza en el poder de sus deseos.
 
La imagen refleja del mundo interior se superpone, en la época animista, a la imagen que actualmente nos formamos del mundo exterior y la oculta a los ojos del sujeto.
 
Si aceptamos la evolución antes descrita de las concepciones humanas del mundo, según la cual la fase animista fue sustituida por la religiosa, y ésta, a su vez, por la científica, nos será también fácil seguir la evolución de la «omnipotencia de las ideas» a través de estas fases. En la fase animista se atribuye el hombre a sí mismo la omnipotencia: en la religiosa, la cede a los dioses, sin renunciar de todos modos seriamente a ella, pues se reserva el poder de influir sobre los dioses, de manera a hacerlos actuar conforme a sus deseos. En la concepción científica del mundo no existe ya lugar para la omnipotencia del hombre, el cual ha reconocido su pequeñez y se ha resignado a la muerte y sometido a todas las demás necesidades naturales. En nuestra confianza en el poder de la inteligencia humana, que cuenta ya con las leyes de la realidad, hallamos todavía huellas de la antigua fe en la omnipotencia.
 
Como siempre sucede, muestran los autores un mayor acierto en las críticas de que se hacen objeto unos a otros, que en la parte positiva de sus trabajos.
 
No acertamos a ver por qué un instinto humano profundamente arraigado habría de necesitar ser reforzado por una ley. No hay ley para ordenar al hombre que coma y beba o para prohibirle introducir sus manos en el fuego. Los hombres comen, beben y mantienen sus manos lejos del fuego instintivamente, por temor a los castigos naturales y no legales que se atraerían conduciéndose en contra de su instinto. La ley no prohíbe sino aquello que los hombres serían capaces de realizar bajo el impulso de algunos de sus instintos. Lo que la Naturaleza misma prohíbe y castiga no tiene necesidad de ser prohibido y castigado por la ley. Asimismo podemos admitir sin vacilación que los crímenes prohibidos por una ley son crímenes que muchos hombres realizarían fácilmente por inclinación natural. Si las malas inclinaciones no existieran, no habría crímenes, y si no hubiera crímenes, no habría tampoco necesidad de prohibirlos. De este modo, resulta que en lugar de deducir de la prohibición legal del incesto la existencia de una aversión natural hacia el mismo, deberíamos más bien deducir la de un instinto natural que impulsara al incesto, admitiendo asimismo que si la ley reprueba este instinto, como tantos otros instintos naturales, es porque los hombres civilizados se han dado cuenta de que su satisfacción habría de ser perjudicial desde el punto de vista social. – Frazer
 
Si el animal totémico es el padre, resultará, en efecto, que los dos mandamientos capitales del totemismo, esto es, las dos prescripciones tabú que constituyen su nódulo, o sea, la prohibición de matar al tótem y la de realizar el coito con una mujer perteneciente al mismo tótem, coincidirán en contenido con los dos crímenes de Edipo, que mató a su padre y se casó con su madre, y con los dos deseos primitivos del niño, cuyo renacimiento o insuficiente represión forman, quizá, el nódulo de todas las neurosis.
 
El individuo concibe a Dios a imagen y semejanza de su padre carnal, su actitud personal respecto a Dios depende de la que abriga con relación a dicha persona terrenal y que, en el fondo, no es Dios sino una sublimación del padre.
 
Nos aconseja la psicoanálisis que creamos a los fieles que nos hablan de Dios como de un padre celestial, lo mismo que en épocas remotas hablaron del tótem como de un antepasado.


Tótem y tabú, de Sigmund Freud

Raíces

Raíces, la Fuga

Gripado corazón
Me quedó el escombro de tu olor.
Se le olvidó a la primavera destapar al Sol.
Los días que van pasando son pozos en que caigo.
Tantas noches sin tu abrigo, sobredosis de castigo, aguaceros en mi pecho que golpean a cuchillo.
Cura los latidos de este corazón.
Siento el vacío de tu piel al despertar.
Nadando en mi edredón duele el silencio, silencio duro del olvido.

De pasajeros
Recuerdos que desgarrarán mi interior, son el latido del tormento.
Descosí mi corazón.
Sueños que perdieron la razón viviendo casi siempre de pasajeros…
Lágrimas desbocadas barrerán el temor, ciudadano del olvido.
Caminé por la tarde del ayer, sin piedad desgasté cada momento.

Ganas
Llueve llanto en esta habitación.
Arrastrando toda mi pasión desescombro el eco de mi voz.
Desgasté las horas del reloj naufragando en tu corazón.
En busca y captura está tu amor.

Sola
Fría, como un hielo entre las manos, pasas delante de mi casa, sin dedicar una mirada a las paredes que esconden tus recuerdos. Recuerdos que algún día, quizá en la lejanía, den de beber a tu alma sedienta de tantas alegrías.
Te busco en todas las miradas que apuntan al cielo al caer la madrugada.
Ya no es tan fácil colgarme de tus sueños, borrar todas las nubes que apagan tus días, pintar en tu cielo un Sol por las mañanas…

Cicatrices
Sin espejos para no mirar atrás…
Voy al rastro a por un corazón que no duela cuando tú no estás al lado.
Voy dejando que me lleve el mar, tú eres viento en mis velas, si no quieres verme naufragar, sopla fuerte, llévame a tu vera.

A veces
Mañana inventaré otra piel para olvidarte.
Aunque no seas nadie y a veces dude de si fue verdad, no te he olvidado como para perdonarte.

Espinas de cristal
Ya no siento más dolor, la piel que se endureció tras espinas de cristal…

Opciones

Entre sus ojos, gotas de dolor.
Rendirse no es ninguna opción que quede dentro de este corazón.


jueves, 16 de agosto de 2012

Jane Eyre

La vida es demasiado corta para perder el tiempo albergando rencor. - Helen

SAINT JOHN: ¿Qué hará usted con sus refinados talentos?
JANE: Guardarlos para otra ocasión. No se perderán.

Ojalá las mujeres tuvieran acción en su vida, como los hombres. Me duele en el alma que el horizonte que hay ahí sea siempre nuestro límite. - Jane

Tiene la mirada de un ser de otro mundo. - Rochester


Yo soy un ave tan común como las demás, con mi común pasado triste. - Jane


Tengo el placer de deberle la vida. - Rochester

Sabía que usted me aportaría algo bueno, lo vi en sus ojos al mirarla por primera vez, su expresión no caló en lo más hondo de mi ser en vano. - Rochester

La hubiera querido si me hubiera dejado. - Jane

ROCHESTER: Tengo una sensación rara con usted, como si tuviera una cuerda bajo las costillas izquierdas, anudada a otra cuerda bajo las suyas. Si usted se fuera creo que esa cuerda de comunión se rompería, y luego sé que empezaría a sangrar por dentro. En cambio usted me olvidaría.
JANE: ¿Cómo? He tenido una vida plena aquí, no me han pisoteado, tampoco me han paralizado, no me han excluido de cada atisbo de luz. Le he conocido señor Rochester, y me causa angustia separarme de usted.
ROCHESTER: ¿Y por qué debe irse? Jane, debe quedarse.
JANE: ¿Y no ser nada para usted? ¿Cree que soy una máquina sin sentimientos? ¿Cree usted que porque soy pobre, oscura, simple e insignificante no tengo alma ni corazón? Tengo tanta alma y tanto corazón como usted, y si Dios me hubiera dado belleza y dinero le costaría tanto separarse de mí como a mí de usted.

Mi corazón está mudo. - Jane


Jane Eyre, de Cary Fukunaga

domingo, 12 de agosto de 2012

The heart of everything

 The heart of everything, Within temptation

The howling
Fallen asleep from our vanity might cost us our lives.
(Quedarnos dormidos en nuestra vanidad podría costarnos nuestras vidas.)
From the nightmare we’ve created I want to be awakened somehow.
(De la pesadilla que hemos creado, quiero ser despertada de alguna manera.)
From the hell that we’ve in all we are is falling away.
(Desde el infierno en el que nos encontramos todo lo que somos se está desvaneciendo.)


What have you done
You carry hate that I feel.
(Portas el odio que siento.)

Frozen
I can’t feel my senses, I just feel the cold.
(No puedo palpar mis sentidos, tan sólo siento el frío.)
When memories fade into emptiness only time will tell its tale.
(Cuando los recuerdos se desvanezcan en el vacío sólo el tiempo contará su relato.)

Our solemn hour
Is the heart of stone, no empathy inside?
(¿Es el corazón de piedra carente de empatía en su interior?)
Time keeps on slipping away and we haven’t learned, so, in the end now, what have we gained?
(El tiempo continúa transcurriendo inexorablemente y no hemos aprendido, así que, al final ahora, ¿qué hemos ganado?)
Can we break free from chains of never-ending agony?
(¿Podemos liberarnos de las cadenas de la agonía interminable?)
If we can’t restrain the beast which dwells inside, it will find its way somehow, somewhere, in time.
(Si no podemos dominar la bestia que mora en nuestro interior, encontrará su camino de algún modo, en algún lugar, a tiempo.)

The heart of everything
There will be a time we’ll get back our freedom.
(Habrá un tiempo en que recuperaremos nuestra libertad.)
Stay with me now I’m facing my last solemn hour, very soon I’ll embrace you on the other side.
(Quédate conmigo ahora que estoy afrontando mi última solemne hora, muy pronto te abrazaré en el otro lado.)

Hand of sorrow
So many dreams were broken and so much was sacrifice…
(Tantos sueños fueron destruidos y tanto fue sacrificado...)
Was it worth the ones we loved and had to leave behind?
(¿Valió la pena aquellos a los que amamos y tuvimos que dejar atrás?)
Please forgive me for the sorrow, for leaving you in fear, for the dreams we have to silence, that’s all they’ll ever be.
(Por favor perdóname por el pesar, por abandonarte en el miedo, por los sueños que tuvimos que silenciar, esto es todo lo que podrán ser.)
Still I’ll be the hand that saves you though you’ll not see that it is me.
(Todavía seré la mano que te salve a pesar de que tú no verás que soy yo. )

The cross
I keep wondering why I’m still calling your name through my tears.
(Sigo preguntándome por qué todavía llamo tu nombre a través de mis lágrimas.)
I’m sorry if you can’t stand the naked truth.
(Lo siento si tú no puedes soportar la verdad desnuda.)

Final destination
I feel the hands of fate, they’re suffocating.
(Siento las manos del destino, son asfixiantes.)
I can’t stand the fear inside me, cause it’s leading me astray and it will be my ending.
(No puedo soportar el miedo dentro de mí, pues me está conduciendo hacia la perdición y será mi final.)
I will let my fear fade away.
(Dejaré desvanecerse mi miedo.)

All I need
All my agony fades away when you hold me in your embrace.
(Toda mi agonía se desvanece cuando me tomas en tu abrazo.)
Make my heart a better place.
(Haz de mi corazón un mejor lugar.)
Save me from my fear.
(Sálvame de mi miedo.)

The truth beneath the rose
Give me strength to face the truth and the doubt within my soul.
(Dame fuerzas para afrontar la verdad y la duda dentro de mi alma.)
Is it a sin to seek the truth?
(¿Es un pecado buscar la verdad?)
Pray for me ‘cause I have lost my faith in holy wars.
(Reza por mi pues he perdido mi fe en las guerras santas)
Give me the strength to face the wrong that I have done.
(Dame la fuerza para afrontar el mal que he hecho.)
Will truth set me free?
(¿Me liberará la verdad?)

Forgiven
Love you so it hurts my soul.
(Amarte tanto hiere mi alma.)
I watched the clouds drifting away but still the Sun can’t warm my face.
(Miré las nubes irse a la deriva, pero el Sol todavía no puede calentar mi cara.)
Why did you leave me in silence?
(¿Por qué me abandonaste en el silencio?)


sábado, 11 de agosto de 2012

Persépolis

Había vivido una revolución que me había quitado una parte de mi familia, había sobrevivido a una guerra, y por poco me mata una banal historia de amor. - Marjane


Teníamos tantas ganas de ser felices que acabamos olvidando que no éramos libres. - Marjane


Persépolis, de Vincent Paronnaud y Marjane Satrapi

domingo, 5 de agosto de 2012

Tristán + Isolda

Quiero algo que no puedo tener, mi propia vida. - Isolde

No sé si la vida es más grande que la muerte, pero el amor fue mejor que ambas. - Tristan


Tristán + Isolda, de Kevin Reynolds

Shame


No somos malos, venimos de un mal lugar. - Sissy


Shame, de Steve McQueen

Ningún ideal turba un sueño frío.
Sus relaciones sexuales son la puesta en acto de una masturbación que no se detiene nunca, imposible de saciar. No hay elección de objeto porque es él un puro objeto de goce.

Irene Dominguez, Comentario del blog de la escuela lacaniana de psicoanálisis)

martes, 31 de julio de 2012

Momo

    - ¿Y cuándo naciste?
    Momo pensó un rato y dijo, por fin:
    - Por lo que puedo recordar, siempre he existido.

Algunas cosas necesitan su tiempo, y tiempo era lo único que Momo tenía de sobra.
 
Sabía que se tomaba tanto tiempo para no decir nunca nada que no fuera verdad. Pues en su opinión, todas las desgracias del mundo nacían de las muchas mentiras, las dichas a propósito, pero también las involuntarias, causadas por la prisa o la imprecisión.
 
Momo lo quería y guardaba todas sus palabras en su corazón.
 
Se veía a sí mismo en el esplendor de la fama como un Sol, cuyos rayos ya lo calentaban ahora, en su miseria.
 
Por decirlo así, sus historias habían ido a pie, pero desde que conocía a Momo, le habían crecido alas. 
 
GIGI: El espejo mágico sólo hacía a alguien mortal cuando se miraba en él a solas. Pero si se miran los dos, vuelven a ser inmortales. Y eso hicieron estos dos.
    La Luna se veía grande y plateada sobre los pinos negros y hacía brillar misteriosamente las viejas piedras de las ruinas. Momo y Gigi estaban sentados en silencio el uno al lado del otro y se miraron largamente en ella: sintieron con toda claridad que, durante ese instante, ambos eran inmortales.

Pero lo que más les costaba soportar era el silencio. Porque en el silencio les sobrevenía el miedo, porque intuían lo que en realidad estaba ocurriendo con su vida.
 
Pero el tiempo es vida, y la vida reside en el corazón. Y cuanto más ahorraba de eso la gente, menos tenía.
 
Yo no dejaré que nadie me robe mi tiempo. - Momo

Tres hermanos viven en una casa:
Son de veras diferentes;
Si quieres distinguirlos,
Los tres se parecen. 
El primero no está: ha de venir.
El segundo no está: ya se fue.
Sólo está el tercero, menor de todos;
Sin él, no existirían los otros.
Aún así, el tercero sólo existe
Porque en el segundo se convierte el primero.
Si quieres mirarlo
No ves más que otro de sus hermanos.
Dime pues: ¿los tres son uno?,
¿o sólo dos?, ¿o ninguno?
Si sabes cómo se llaman
Reconocerás tres soberanos.
Juntos reinan en un país
que ellos son. En eso son iguales.
(Maestro Hora)

MOMO: Dime, ¿qué es el tiempo, de verdad?
MAESTRO HORA: Sería bonito que también a esto pudieras contestar tú misma.
MOMO: Está ahí, eso es seguro. Pero no se le puede tocar. Ni retener. ¿Acaso sea algo parecido a un olor? Pero también es algo que siempre pasa. Así que tiene que venir de algún lugar. ¿Acaso es algo así como el viento? O no. Ya lo sé. Quizá sea una especie de música que no se oye porque suena siempre. Aunque creo que ya la he oído alguna vez, aunque bajito. Pero aún tiene que ser algo más, porque la música venía de muy lejos, pero sonaba muy dentro de mí. Puede que con el tiempo ocurra lo mismo. Quiero decir, como las olas se originan en el agua por el viento. 

Al igual que tenéis ojos para ver la luz, oídos para oír los sonidos, tenéis un corazón para percibir, con él, el tiempo. Y todo el tiempo que no se percibe con el corazón está tan perdido como los colores del arco iris para un ciego o el canto de un pájaro para un sordo. Pero, por desgracia, hay corazones ciegos y sordos que no perciben nada, a pesar de latir. – Maestro Hora.
 
Si los hombres supiesen lo que es la muerte ya no le tendrían miedo. Y si ya no le tuvieran miedo, nadie podría robarles, nunca más, su tiempo de vida. – Maestro Hora

MOMO: Sólo quisiera saber cómo es que vuelvo a estar aquí.
CASIOPEA: Tu deseo.
MOMO: Es curioso, no puedo acordarme de eso. Y tú, Casiopea, ¿por qué no te has quedado con el Maestro Hora, sino que has venido conmigo?
CASIOPEA: Mi deseo.


Lo más peligroso que existe en la vida son las ilusiones que se cumplen. Por lo menos, cuando ocurre como en mi caso. Ya no me queda nada con qué soñar. - Gigi
 
A Momo le habría gustado ayudar a Gigi. Le dolía el corazón por ello. Pero sentía que ése no era el buen camino, que Gigi tenía que volver a ser Gigi y que no le serviría de nada que ella dejara de ser Momo. 
 
Durante su encuentro con Gigi, Momo no había podido decir ni una sola palabra. Y habría tenido tanto que decirle. Le parecía que ahora, cuando le había encontrado, le había perdido de verdad.
 
Qué bien le hubiera ido ahora tener a Casiopea. Si todavía hubiera estado con ella, la habría aconsejado Espera o Sigue; pero así, Momo no sabía nunca qué debía hacer. Temía perder a Beppo por esperarle y temía perderlo por no esperarle. 
 
Hay riquezas que lo matan a uno si no puede compartirlas.
 
La tortuga había estado buscando todo el tiempo a Momo, aun sabiendo que no la encontaría.
 
El camino está en mí. - Casiopea
 
Un hombre es muchas cosas más, además del tiempo que hay en él. – Maestro Hora
 
Sólo en el humo está totalmente muerto el tiempo. Y de ese tiempo muerto viven los hombres grises. – Maestro Hora
 
Volveremos a vernos Momo, y hasta entonces, cada hora de tu vida te traerá un saludo mío. – Maestro Hora



Momo, de Michael Ende

sábado, 28 de julio de 2012

También la lluvia


La verdad tiene a muchos en su contra, la mentira, muchos a su favor. - Padre Montesinos

Todos quieren cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo. – León Tolstoi


También la lluvia, de Iciar Bollain

The silent force

The silent force, within temptation


See who I am
Fear of the unknown clouds our heart today.
(El miedo a lo desconocido nubla hoy nuestro corazón.) 
Fear is withering the soul. (El miedo está marchitando el alma.)
We must be the change we wish to see.
(Nosotros debemos ser el cambio que deseamos ver.)
I hear the silence preaching my blame.
(Oigo el silencio predicando mi culpa.)

Stand my ground
Won’t close my eyes and hide the truth inside.
(No cerraré mis ojos ni ocultaré la verdad en mi interior.)
All I know for sure is I’m trying, I will always stand my ground.
(Todo lo que sé con seguridad es que lo estoy intentando, siempre mantendré mi posición.)

Pale
Have to stand up to be stronger.
(Tengo que resistir en pie para ser más fuerte.)
Should realize time is precious.
(Debo darme cuenta de que el tiempo es precioso.)

Forsaken

Our greed just made us all go blind.
(Nuestra avaricia tan sólo hizo que todos quedáramos ciegos.)
Today is the end of tomorrow.
(Hoy es el fin de mañana.)

Angels
This world may have failed you, it doesn’t give the reason why, you could have chosen a different path in life.
(Este mundo puede haberte fallado, esto no constituye un motivo,  podrías haber escogido un diferente camino en la vida.)

Memories
The memories ease the pain inside.
(Los recuerdos alivian el dolor de mi interior.)
All of my memories keep you near.
(Todos mis recuerdos te mantienen cerca.)
You know I’ll love you until the end of time.
(Sabes que te amaré hasta el final de los tiempos.)

Aquiarius
‘Cause you, the sea, set me free.
(Porque tú, el mar, me haces libre.)

It’s the fear
Don’t feed my fear if you don’t want it out.
(No alimentes mi miedo si no quieres que salga.)

Somewhere
The truth will free my soul. (La verdad liberará mi alma.)
I want to embrace you and never let you go.
(Quiero abrazarte y nunca dejarte marchar.)

A dangerous mind
I fear that soon you’ll reveal your dangerous mind.
(Me temo que pronto revelarás tu mente peligrosa.)
The curse of awareness, there’s no peace of mind.
(La maldición de la consciencia, no hay tranquilidad de espíritu.)

The swan song
The chains to my life are strong but soon they’ll be gone. I’ll spread my wings one more time.
(Las cadenas a mi vida son fuertes pero pronto se habrán ido. Desplegaré mis alas una vez más.)
New wings are growing tonight.
(Nuevas alas están creciendo esta noche.)
As I am soaring I’m one with the wind.
(Al tiempo que me elevo soy uno sólo con el viento.)

lunes, 23 de julio de 2012

Biografía del hambre

Es notorio que no entiendo nada sobre la materia: mi opinión es la menos interesante del universo. Eso, no obstante, no significa que no tenga una opinión.

Por hambre yo entiendo esa falta espantosa de todo el ser, ese vacío atenazador, esa aspiración no tanto a la utópica plenitud como a la simple realidad: allí donde no hay nada, imploro que exista algo.

<<Demasiado dulce>>: la expresión me parece tan absurda como <<demasiado bonito>> o <<demasiado enamorado>>. No existen cosas demasiado hermosas: sólo existen percepciones cuyo apetito de belleza es mediocre.

Si Dios comiera, comería azúcar. Los sacrificios humanos o animales siempre me han parecido una auténtica aberración: ¡qué despilfarro de sangre para un ser que se habría sentido la mar de feliz con una avalancha de caramelos!

Necesitaba que me tomaran en brazos, que me abrazaran con fuerza, tenía hambre de sus ojos posados sobre mí.

Dios estaba presente en el hecho de tener constantemente sed de la fuente, esa virulenta espera mil veces saciada, satisfecha hasta el éxtasis inagotable y que, sin embargo, nunca quitaba la sed, milagro del deseo culminante en el culminante goce.

El paso del tiempo anunció su color de naufragio.

Los habitantes de jamás no tienen esperanza. El idioma que hablan es la nostalgia. Su moneda es el tiempo que transcurre: son incapaces de ahorrar y su vida se dilapida hacia un abismo llamado muerte y que es la capital de su país.

Los jamasianos no creen que la existencia sea un proceso de crecimiento, una acumulación de belleza, de sabiduría, de riqueza y de experiencia; desde el momento de nacer, saben que la vida es disminución, pérdida, desposesión, desmembramiento. Se les otorga un trono con el único objetivo de perderlo.

Yo amaba a aquellas que me hacían soñar, a aquellas cuyos hermosos ojos desintegraban los puntos de referencia, a aquellas cuyas pequeñas manos te llevaban hacia misteriosos destinos, a aquellas que te proporcionaban la exaltación a través del olvido; ellas, en cambio, amaban a las que tenían éxito.

Mamá encontraba su orgullo en esa cosa hueca llamada mi inteligencia, elogiaba lo que denominaba mis triunfos: ¿acaso aquellos prestigios eran yo? Yo no lo creía. Yo me reconocía en mis sueños y en los sufrimientos de mis noches de asma, en las que me creaba visiones sublimes para huir del sofoco: mi boletín de notas no era mi carnet de identidad.

Amaba con un amor auténtico a la exquisita Juliette –oh, maravilla, ella me amaba igual que yo la amaba, sin condiciones, me amaba por lo que yo era, dormía a mi lado y me amaba cuando tosía por la noche: había sitio en este mundo para un amor de verdad.

La muerte contenida dentro de la vida me asustó.

Mi felicidad sólo podía compararse con mi angustia.

Las orquestas de la futura nostalgia tocaban ya sus instrumentos.

Yo me sentía despavorida de sufrimiento. No era la primera vez en mi vida que se producía el apocalipsis. Pero para semejantes desgarramientos no existía ningún mecanismo de costumbre, sólo una acumulación de dolores.

No recordar lo que te había conmovido, por leve que fuera, era un crimen que demasiadas personas cometían a mi alrededor.

Me habría gustado tanto ser así: algo indeterminado, libre de volar hacia cualquier parte. En lugar de eso, permanecía encerrada dentro de mi cuerpo hostil y enfermo y dentro de una mente obsesionada con la destrucción.


Biografía del hambre, de Amélie Nothomb