jueves, 16 de agosto de 2012

Jane Eyre

La vida es demasiado corta para perder el tiempo albergando rencor. - Helen

SAINT JOHN: ¿Qué hará usted con sus refinados talentos?
JANE: Guardarlos para otra ocasión. No se perderán.

Ojalá las mujeres tuvieran acción en su vida, como los hombres. Me duele en el alma que el horizonte que hay ahí sea siempre nuestro límite. - Jane

Tiene la mirada de un ser de otro mundo. - Rochester


Yo soy un ave tan común como las demás, con mi común pasado triste. - Jane


Tengo el placer de deberle la vida. - Rochester

Sabía que usted me aportaría algo bueno, lo vi en sus ojos al mirarla por primera vez, su expresión no caló en lo más hondo de mi ser en vano. - Rochester

La hubiera querido si me hubiera dejado. - Jane

ROCHESTER: Tengo una sensación rara con usted, como si tuviera una cuerda bajo las costillas izquierdas, anudada a otra cuerda bajo las suyas. Si usted se fuera creo que esa cuerda de comunión se rompería, y luego sé que empezaría a sangrar por dentro. En cambio usted me olvidaría.
JANE: ¿Cómo? He tenido una vida plena aquí, no me han pisoteado, tampoco me han paralizado, no me han excluido de cada atisbo de luz. Le he conocido señor Rochester, y me causa angustia separarme de usted.
ROCHESTER: ¿Y por qué debe irse? Jane, debe quedarse.
JANE: ¿Y no ser nada para usted? ¿Cree que soy una máquina sin sentimientos? ¿Cree usted que porque soy pobre, oscura, simple e insignificante no tengo alma ni corazón? Tengo tanta alma y tanto corazón como usted, y si Dios me hubiera dado belleza y dinero le costaría tanto separarse de mí como a mí de usted.

Mi corazón está mudo. - Jane


Jane Eyre, de Cary Fukunaga

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