jueves, 2 de junio de 2011

La mecánica del corazón

MADELEINE: Pero no hay que beber nunca cuando uno está en estado normal, en ese caso ya no se logra estar contento sin beber y se forma un círculo vicioso y uno ya no para de llorar para poder beberse las lágrimas.
JACK: Te pasas el tiempo curando a la gente, pero ahogas tus heridas en el alcohol de tus propias lágrimas, ¿por qué?
MADELEINE: No te preocupes por eso, me parece que hoy tenemos que bajar a la ciudad, hay un cumpleaños que festejar, ¿verdad?
 
¿Qué tiene esta muchacha que me provoca estos sentimientos? ¿Está hecha de chocolate? - Jack
 
Por mucho que riego regularmente las flores de mis recuerdos, comienzan a estar faltas de Sol. - Jack
 
Quisiera tomarme el tiempo de contemplarla tranquilamente, aclimatar mi corazón a su presencia. - Jack
 
Es cierto, soy una especie de discapacitado del gran amor, y se supone que mi corazón postizo no es capaz de aguantar el terremoto emocional que siento cuando la veo, pero, qué le voy a hacer, late por usted. - Jack
 
Me siento invenciblemente feliz. - Jack
 
Intento soldar el sueño a la realidad, pero trabajo sin máscara. - Jack
 
Si, como todos los hombres, te cansas, podría intentar remplazarte el corazón antes de que seas tú quien me remplace por otra. - Acacia
 
Esta noche, me encaramaré a la Luna, me instalaré en su cruasán como si estuviera en una hamaca y no tendré ninguna necesidad de dormir para soñar. - Jack
 
Vamos, ven a mí árbol en flor, esta noche apagaremos la luz y dejaré pares de gafas sobre tus brotes. Con la punta de tus ramas rayarás la bóveda celeste y sacudirás el tronco invisible que sostiene la Luna. De nuevo caerán los sueños como una nube tibia a nuestros pies. Tus raíces en forma de tacón de aguja las plantarás en la tierra, firmemente ancladas. Deja que me suba a tu corazón de bambú, quiero dormir a tu lado. - Jack
 
Allí arriba, en nuestra casa en la colina, debe quedar algún que otro sueño infantil escondido debajo de la almohada. Si regresara a casa, procuraría no aplastar esos sueños con mi cabeza pesada poblada de tantas preocupaciones de adulto. - Jack

 
La mecánica del corazón, de Mathias Malzieu

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